En nuestra exploración en el Hotel/Casino de l'Arrabassada nos pareció ver unas gárgolas asomándose entre los arboles a la otra punta de la carretera, pero no le hicimos demasiado caso ya que estábamos por otras cosas, pero al cabo de unos días buscando, nos dio por volver y averiguar que era...
Después de aparcar el coche a escasos metros de la entrada, repasamos el muro en busca de algún agujero donde meternos pero, esta vez fue más fácil, la entrada aún estaba allí.
Las impresionantes gárgolas que nos llamaron la atención, vistas desde la carretera y a la derecha la entrada a la casa.
Unos escalones en la entrada, acabados con punta redonda dignos de ver.
El lateral y la entrada de la casa.
Las baldosas originales, llenas de polvo y runa pero aún enteras.
La imagen de la derecha, en la pared se puede ver aún el mural de flores original.
Una vista hacia arriba, el techo no parecía muy estable...
Y el forjado que aún sigue en la ventana.
Algunos detalles de la época.
En la fotografía superior, el techo desde la planta baja. Abajo podemos ver como subí unos metros por la viga de madera que hacía de escaleras pero no lo vi seguro del todo... me decidí por bajar.
Aquí tenéis algo que me dejó sin palabras, ver esas dos majestuosas gárgolas, allí de pie...
No podíamos acceder a la otra zona de la finca, así que volvimos atrás para repasar algunas partes que nos habíamos dejado, una de ellas esta habitación llena de runa.
En una parte del patio, vemos este antiguo comedero/bebedero.
Otra de las vigas de madera, esta en la otra punta de la casa para subir a la segunda planta.
Acabamos por donde empezamos, bajamos las escaleras del patio principal.
Salimos de la exploración con ganas de más, nos faltó la mitad por ver pero era imposible pasar por ese camino lleno de vegetación, es algo que nos queda pendiente y que haremos sin pensar.
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